¡En defensa del derecho a la migración! La soberanía de las naciones del continente en juego - Markus Sokol.
- Conferencia Continental por los migrantes
- 29 may
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Actualizado: 29 may
Mientras se cierne una ola brutal de persecuciones y deportaciones – dirigida principalmente a los latinoamericano s– orquestada por el presidente Trump, se publicó, con motivo del 1 de mayo pasado, la convocatoria a la Conferencia continental para la defensa del derecho a la migración (ver Información obrera n° 853 y 857), que se llevará a cabo en septiembre, en la ciudad de México. Hasta ahora no ha habido ninguna reacción concreta por parte de los gobiernos cuyos pueblos están humillados por la forma en que sus compatriotas emigrantes son degradados a la categoría de parásitos, e incluso calificados de "narco-terroristas", cuando en realidad forman parte de la clase trabajadora de los Estados Unidos –incluyendo a los indocumentados, reducidos al miedo y obligados a aceptar condiciones de trabajo aún más precarias. La 9ª reunión cumbre de la Celac, la Comunidad de Estados Latino-Americanos y Caribeños , se llevó a cabo hace un mes en Honduras...
Esto habría sido el momento oportuno para discutir una acción, especialmente entre los gobiernos llamados "progresistas" como los de Sheinbaum, Lula, Petro y Maduro. Hubo discursos indignados, aquí y allá, pero ninguna medida práctica común fue propuesta en la declaración final. Todo parece indicar que cada uno intentaba negociar por separado con los Estados Unidos - arbitrando los intereses divergentes de sus respectivas clases dominantes - pero lo más probable es que todos salgan más o menos perdiendo, en detrimento de los intereses comunes de los trabajadores y los pueblos.
CAPITAL CONTRA TRABAJO
La lucha por el derecho a la migración no es nueva. Reconocida hoy como un derecho humano, en realidad constituye uno de los pilares fundadores del movimiento obrero. La Asociación Internacional de Trabajadores, la Primera Internacional fundada en Londres en 1864 - que reunía diversas tendencias, con Karl Marx entre sus principales dirigentes - ya defendía el derecho a la migración.
En el siglo siguiente, el capital ha conquistado una movilidad cada vez mayor en el marco de lo que se llama "libre comercio", mientras que el derecho de los trabajadores a migrar ha permanecido objeto de manipulaciones: a veces no pueden partir, a veces los migrantes no pueden quedarse en el país al que huyeron para sobrevivir, o se les prohíbe regresar. Todo depende de la conveniencia de los capitalistas y de los gobiernos en el poder. Sea emigrante, inmigrante o de regreso, todo trabajador debe tener el libre derecho a la migración.
LUCHA ANTI-IMPERIALISTA
En este contexto, algunos dirigentes sindicales, políticos, intelectuales y parlamentarios de diez nuevos países han dado una primera respuesta a la propuesta inicialmente lanzada en México, durante un encuentro nacional, el 22 de marzo. México ha sido el país más directamente afectado por las medidas de Trump. La convocatoria a la Conferencia de septiembre, que será autofinanciada por las delegaciones, permanece abierta a las adhesiones, bajo la responsabilidad del comité promotor mexicano. En América Latina y el Caribe, el imperialismo de Estados Unidos ha sido siempre el principal factor de la emigración: al movilizar un ejército industrial de reserva (mano de obra barata), al imponer tratados de libre comercio que han sumido a los pueblos en la miseria, al armar a las pandillas y apoyar el narcotráfico que desplazan a poblaciones enteras, o al imponer bloqueos y sanciones (como contra Cuba y Venezuela) que hacen la vida insostenible. La defensa del derecho a la migración – en particular la defensa del derecho a la migración – en particular el de los trabajadores migrantes – es también una defensa de la soberanía de las naciones del continente, en un momento en que Trump busca expulsarlos por millones. Solo en Brasil, ha deportado a 600 personas en tres meses, el doble que en el primer semestre del año anterior. Esto crea un grave problema social para estas naciones, donde la emigración ha servido durante mucho tiempo como una válvula de escape frente a la miseria impuesta por el orden imperialista en declive. El enfrentamiento, como se puede ver, recae en los trabajadores y los pueblos, y la Conferencia continental de septiembre representa un paso en la dirección correcta.
Artículo de Markus Sokol que apareció en Informations Ouvrières 859, pag. 13











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